¿Qué sabes de las tres fases del Kung fu?

 "Comprender a los demás es sabio, comprenderse a uno mismo es estar iluminado. El que vence a los otros es fuerte, pero el que se vence a sí mismo es poderoso"
LAO TSE


   Si, bien sabemos que el Kung fu es mas que solo la ejecución de movimientos espectaculares e impresionantes, más que un método de defensa personal y aun mas solo como un deporte que promueve la buena salud. Si no que además existen conceptos más profundos y significativos que cada practicante y/o artemarcialista debe de conocer.  Al estudiar más a fondo varios significados en chino he descubierto que el término de artes marciales "Wushu" es más profundo, pues está basado en términos filosóficos que van dirigidos a una etapa final de sabiduría y autodescubrimiento del propio ser mismo, que con la práctica y el entendimiento gradual e integro de ello, te colocan en una zona donde estas en armonía con el ambiente.

   Todo artemarcialista de cualquier tipo ha transitado por distintas fases, y en el trascurso de su entrenamiento puedes distinguir no solo como se ha tenido distintos cambios físicos, o que distintas destrezas sean incrementado y ahora descubres que conforme pasa el tiempo puedes realizar ejercicios con mayor facilidad que anteriormente no solías hacer.

  

Hoy les voy hablar de lo que se conoce como Los tres niveles del Wushu o Kung fu.

   En tiempos pasados, es decir en la antigua China el practicante de Wushu, principalmente aquellos que entrenaban en templos ubicados en lo alto de las montañas como Shaolin, Emeishan, Wudang, etc, dividían el Wushu en tres fases. De acuerdo al aprendizaje de las artes marciales,  el proceso de entrenamiento se pueden clasificar en tres fases, que también puedes ser niveles, descubrimiento de la propia energía (Mingjin 明劲), acercamiento al espíritu (Anjin 暗劲), aproximamiento a lo sagrado vacío, o también llamado iluminación, (Huajin 化劲).

El descubrimiento de la propia energía es el primer nivel (Mingjin), pues se comienza a conocer uno mismo,  a través de la práctica de lo más básico se empieza a descubrir los límites y deficiencias de la fuerza y energía del cuerpo humano y es así que se comienza a realizar cualquier tipo de movimiento, y lo elemental es comenzar en el entrenamiento del cuerpo, en este nivel se refiere a la fuerza y energía exterior, pues hay una creencia que el cuerpo es el templo del espíritu. La segunda fase o segundo nivel (Anjin), esta basado en la práctica que no se ve y esta basado a la interiorización, este proceso es gradual para que lo suave se vuelva duro, de lo blando a lo rígido, se concentra más a la propia solidificación de lo sentimientos y emociones. De tener emociones blandas y manejables a emociones sólidas, saber manejar la energía a través de la mente y no solo del cuerpo, esta fase va de la mano con la filosofía del yin y yang.

   Y la última fase o el nivel más alto (Huajin), en este nivel el practicante, o Wuxizhe que se traduciría como estudioso de lo marcial, ha pasado por todas bases del Wushu, que es entrenar el cuerpo para posteriormente hacer un cambio de energía interiorizada y así mismo una conquista de uno mismo,  y este último en reemplazar todo lo exterior por lo interior, todo lo violento por lo armonioso, todo lo que se ve por lo que no se ve culminando a un total autodescubrimiento del ser, en perfecta armonía con todo lo que nos rodea.

   Antiguos maestros también lo interpretaban de esta forma, confrontar a mi enemigo, sin temor y confiando en mis capacidades y destrezas que el cuerpo y el entrenamiento me brindan. Este sería el primer nivel, segundo nivel, impidiendo e ignorando confrontaciones de cualquier tipo poniendo en primer lugar la integridad, serenidad y conquista de mis emociones. Tercer nivel, hacer de mi enemigo un amigo a través de las palabras y la razón, usando como puente el entendimiento y la armonía con el ambiente que me rodea.

En conclusión, conocerse a sí mismo, adentrarse a la propia mente y el espíritu, estar presente en harmonía con lo que me rodea.